lunes, 1 de noviembre de 2010

y conste que lo pongo acá para no sentir que no lo advertí:

Me da pavor, me da escozor, me muero de miedo con el advenimiento del gordo Moyano.
Gente: nos queda mucho tiempo de este país de chapitas poderosos??? Digo... para medir mi capacidad de aguante físicomental... le pongo el cuerpo, eh? le pongo ganas inclusive... pero, debo admitir que cada vez me importa menos el prójimo tan culto y especializado. No se Ud., querido lector, pero yo tengo más trabajo y menos calidad de vida: sabe hace cuánto no me hago algo bueno para mi cuerpo? me refiero a que, hace muchos pero muchos años, que ni siquiera me puedo pagar un masajito. Ni hablar de hacerme un recauchutaje de dientes, ni de tomar una clase de algo, ni de vacaciones en algún lugarcito cerca del mar... en fin! Y la verdad, compañeros de zonzadas, es que lo más deprimente de mi estadía en Santiago de Chile hace unos días fue darme cuenta que en diez días no había visto un niño mendigando, ni uno... nadie miserable en la ciudad, en ningún rincón. Dura la comparación, dura. Yo vivo, para los foráneos, en Buenos Aires, conoce? Una ciudad al estilo europeo, enorme, llena -pero llena, llena- de clasemedieros orgullosos... y atiborrada de gente de todas las edades -todas-, mendigando. En fin final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario responsable.