martes, 28 de agosto de 2012

¿podría entenderse así?

Creo entender lo que me pasa: soy una pésima persona, egoísta de mierda, que sólo habla de sí misma todo el tiempo... no me está interesando más que de qué forma sobreviviré, cómo comeremos mis animales (rescatados de la calle) y yo, cómo cuernos pagaré las cuentas que ya llegaron y que llegarán; no me importa nada aparte de qué haré con mi carrera si se me cierran todos los espacios de trabajo... Y además: me inhiben de esos espacios porque lo único que hago es cuestionar el sistema, o los sistemas que cristalizan, que juzgan caprichosamente, que ignoran y alardean de la ignorancia, que prefieren siempre las cosas sencillas y poco trascendentes (jamás pensar en el futuro, en proyectar, en crear para los que llegan)... Me merezco lo que me pasa, por bocona. Por enojarme por la mala racha, por la mala onda, por la maldad.
Entonces, entiendo todo... no me merezco nada bueno... Hablo de mí misma como una cotorra de mierda porque nadie más lo hace, porque nadie me da una mano cuando podría y porque quien me quiere tender una mano no puede.
Listo, quedamos así... No se qué hacer, por dónde seguir... Intentos no han faltado, pero no funciona porque soy una pésima persona, por enojarme de mi vida tan paupérrima. ¡Cómo se me ha ocurrido!
Seguro que si tuviera un trabajo en alguna dependencia del Estado, de cualquier gobierno, me callaría bien la bocaza... Sin dudas si tuviera plata ahora para comprar la comida de mañana y pagar las cuentas y ponerle crédito a la SUBE y tantas cosas más que necesito para vivir (ir al oftalmólogo, por ejemplo, o una crema que me quite la alergia en la piel); no estaría hablando de mí como una boluda... Siempre autoreferente, nunca pudiendo dejar de pensar en qué carancho voy a hacer cuando se me acaben los $50 que todavía tengo. Y nada por cobrar.
Pedir no es fácil... ya lo hice... hubo algo, poco... algo que empezó a funcionar... no duró lo suficiente... todo el mundo está mal... pero, cuando una está angustiada por su propia heladera vacía y Sube vacía y las cuentas que llegan; parece que fuera la peor...
En fin... Y yo soy la culpable, eso es lo mejor, porque si me callo la boca y dejo de opinar y de ser autoreferente y dejo de aparecer en todos lados con tantos años de experiencia y de recorrer caminos... si me borro y me anulo, me va a ir bien.
Es así, ¿no?
No creí que fuera todo tan difícil aún, cada día más... pensé que algo iba a suceder, algo bueno que me diera respiro... Y no, no apareció esa solución al menos momentánea.
No me voy a deprimir, voy a seguir insistiendo sin hablar de mí, claro... Voy a buscar más chiquito. Todo lo que se, todo lo que he vivido, todo lo que he conocido, todo lo pensado, lo razonado, lo aprendido... no sirve para que pueda comprar comida.
Y bueno... será.