martes, 18 de enero de 2011

LA IMPORTANCIA DE LOS ÁRBOLES PARA LA VIDA Y ECONOMÍA DE LOS PAÍSES

OJO, PORQUE VAS A LEER UNA NOTA QUE REFIERE A UN CASO PUNTUAL, CON MUCHOS DATOS QUE SEGURAMENTE PODRAS TRASPOLAR AL LUGAR DONDE VIVIS...

Claves Americanas

¿Reconstrucción sin reforestación?

Andrés Oppenheimer

Martes 18 de enero de 2011 | Publicado en edición impresa Diario La Nación 



MIAMI.- Un año después del terremoto que mató a alrededor de 300.000 personas en Haití, los 3000 millones de dólares que prometió la comunidad internacional para la reconstrucción del país se están dedicando a muchas cosas menos a una de las que más podrían ayudar al país: plantar árboles.
Es cierto que cuando todavía hay más de 800.000 personas que viven en carpas en Haití, el 95% de los escombros causados por el terremoto no se han retirado, el 90% de la población carece de acceso a la electricidad y acaba de haber un brote de cólera, resulta difícil concentrarse en algo que no sean las tareas de auxilio inmediato.
Sin embargo, leyendo el informe titulado "Haití: un año después", dado a conocer esta semana por el Departamento de Estado de Estados Unidos, me llamó la atención no encontrar la palabra "árboles" en el documento de casi 10.000 palabras. En él se afirma acertadamente que la deforestación ha hecho al país vulnerable a devastadoras inundaciones y ha arruinado la agricultura, pero no habla de ningún programa masivo al estilo del Plan Marshall para que los países donantes planten decenas de millones de árboles en el país.
De manera similar, otra evaluación de Haití tras un año del terremoto elaborada por la Comisión Interina de Recuperación de Haití (IHRC), el grupo internacional liderado por el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, y el ex presidente norteamericano Bill Clinton, afirma que el grupo se está concentrando en siete sectores cruciales -incluyendo la creación de empleos, viviendas y la limpieza de escombros-, pero no menciona entre las prioridades la reforestación.
¿Tiene algún sentido reconstruir Haití sin reforestar? A juzgar por lo que escuché el año pasado después del terremoto, y por lo que veo desde hace mucho tiempo en Haití, el país más pobre del continente tendrá pocas posibilidades de recuperación si no soluciona su problema ecológico. En los últimos 100 años, los haitianos talaron el 98% de los árboles del país para usarlos como carbón para calentarse y cocinar. Cuando uno llega en avión a Haití, es como si estuviera entrando a un desierto: prácticamente no se ven espacios verdes.
La casi total ausencia de árboles ha arruinado el suelo de Haití. Sin árboles, la tierra no puede retener el agua de lluvia, lo que deja a la gente sin agua potable y a los agricultores sin tierras fértiles. Además, cuando hay lluvias torrenciales o huracanes, el agua se resbala por las laderas de las montañas, sin que el suelo la absorba; esto provoca inundaciones que matan a miles de personas.
PerspectivaPara poner las cosas en perspectiva, el experto en reforestación de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), Walter Kollert, me dijo el año pasado que sería necesario plantar 220 millones de árboles para aumentar el actual 2% de áreas forestadas de Haití al 10%.
Otro experto en agricultura de la FAO, Javier Escobedo, me dijo esta semana que hay algunos programas individuales de reforestación, "pero no existe ningún programa masivo financiado por la comunidad internacional. Me sorprendería si lo que se está financiando para reforestación supera el 2% del total". Las tareas de auxilio humanitario son la mayor prioridad, y eso es entendible, agregó.
En una entrevista telefónica el miércoles pasado, el ministro de agricultura de Haití, Joanas Gue, me confirmó que "en este momento no existe un plan maestro para la reforestación de Haití financiado por la comunidad internacional".
Lo único que hay es un plan de inversiones del gobierno haitiano que contempla la inversión de 100 millones de dólares para plantar 10 millones de árboles por año durante los próximos cinco años.
Varias organizaciones no gubernamentales, incluyendo Trees for the Future, están llevando a cabo otros programas de plantación de árboles.
Mi opinión: además de darles techo y comida a los desamparados, los esfuerzos internacionales de reconstrucción de Haití deberían incluir programas para plantar decenas de millones de árboles por año, aun si eso implicara demorar la reconstrucción de edificios públicos.
Simultáneamente, los donantes internacionales deberían entregar cocinas de gas natural a los pobres, para que dejen de talar árboles para cocinar. El gobierno de la vecina República Dominicana empezó a subsidiar cocinas de gas a la población hace 50 años, y el país conservó sus bosques.
Sin árboles, Haití no tendrá agua, ni alimentos, ni empleos, sino tan sólo más miseria.

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